Hoy he venido a contarte cinco claves para que re-conectes con tu placer:
1. Creer que te lo mereces.
2. Re-sensibilizar tu cuerpo — desarrollar consciencia corporal, conocer tus zonas erógenas.
3. Sentirte segura en tu cuerpo, en el entorno en el que estás y con la persona con la que estás.
4. Saber relajarte y dejar ir el control, estar en el presente.
5. Aprender técnicas energéticas que te ayuden a expandir tu energía por todo el cuerpo.
Muchas mujeres viven en la idea de tener que estar para el otro. Sus necesidades y su placer quedan en segundo plano, así que muchas ni se plantean cuánto placer sienten, y si pueden sentir más. La sociedad patriarcal que cosifica a la mujer, le impone roles que no necesariamente le llenan como persona, que no la tiene en cuenta, es una parte del problema. La otra parte del problema es la misma mujer (haber estado educada en éste sistema no es de sorprender) que no se da permiso a invertir en su bienestar, a escucharse, a ponerse antes que a nadie (aunque fuera lo más necesario para que tenga la energía para lxs demás).
1. Ponte tú primera, se tu prioridad
Así que lo primero es sentirte merecedora del placer.
No solamente placer sexual, sino cualquier placer que la vida te ofrece: darte un baño sensual, comerte un plato que te encanta pero que hace tanto que lo comiste que ya ni te acuerdas lo mucho que te gusta, comprarte algo no porque lo necesitas sino porque te hace sentir bien, darte un paseo en la naturaleza deleitándote de los olores y colores que te ofrece, regalarte un masaje que siempre posponías para otros tiempos, cuando tengas más dinero, más tiempo… Ponte tú primera, se tu prioridad.
2. Re-sensibiliza tu cuerpo: hay mucho por descubrir
Si te propongo re-sensibilizar tu cuerpo, me vas a decir que tu cuerpo ya es sensible, que por lo general sientes el placer. Te aseguro, que hay mucho más por descubrir, que lo más probable es que no has experimentado la mitad del placer que está disponible para ti. Hay mucha superficie de tu cuerpo que jamás has explorado. ¿Has tocado alguna vez la parte interior de tu muñeca? ¿Has, justo donde empieza la mano? ¿Y el paladar? ¿Sabes que sensaciones maravillosas esconde? Pasa tu dedo por diferentes zonas de tu paladar y te sorprenderás.
Te propongo que lo hagas de forma habitual: tocarte con el objetivo de que encontrar nuevas sensaciones en tu piel. Al final, es nuestro órgano más grande, nos da mucha información de cómo nos encontramos, como nos afecta el mundo externo, pero también que es lo que nos hace sentir placer. Y lo mejor es que va cambiando. La parte que antes estaba insensible, de repente responde de manera sorprendente. Explórate y ya verás que eres una fuente de placer inagotable. Solo por tener el cuerpo, con sus miles de terminaciones nerviosas y sus 5 sentidos ya estamos destinadxs a sentir el placer.
3. Siéntete segura
Sin embargo, para poder sentir el placer plenamente (no siempre es así, pero en general es lo que ocurre) el requisito indispensable es sentirte segura. El sentimiento de seguridad, tanto en el entorno en el que te encuentras, como con la persona con la que te compartes, como en tu propio cuerpo es la base para poder disfrutar del momento.
4. Déjate de llevar por las sensaciones
Es solo entonces cuando te puedes relajar del todo, dejar ir el control y estar totalmente presente en tu placer. Se trata de dejar la mente racional de lado y dejarte llevar por las sensaciones. Deja por un momento el rol de espectador(a), observando, juzgando y criticando lo que está pasando, a ti mismx, al otrx.
La práctica de meditación regular viene fenomenal para entrenar la mente y cuando queramos, darle la orden de parar.
5. Prácticas energéticas
Y por último, el conocimiento de las prácticas energéticas (el yoga, el tantra, el tai-chi) que desbloquean los canales energéticos aumenta enormemente nuestra capacidad de sentir el placer. Somos energía y al permitir que fluya libremente, o mejor dicho, redirigiéndola a los centros energéticos que queremos podemos, no solo aumentar nuestro placer que se expanda por todo el cuerpo, sino potenciar ciertos sentimientos como el amor, la alegría, la paz o la conexión con el Universo.